La piel cambia con los años, pero eso no significa que la cámara vaya a ser menos amable contigo. Con una buena preparación, decisiones acertadas de vestuario y un esquema de luz adecuado, un retrato a partir de los 40, 50 o 60 puede ser tan potente como natural. Este artículo reúne recomendaciones prácticas para que salgas favorecido/a sin trucos agresivos ni filtros irreales.
Si quieres actualizar tu imagen profesional, crear un book personal o simplemente tener un retrato del que te sientas orgulloso/a, aquí encontrarás una guía clara para preparar tu sesión y aprovecharla al máximo.

Preparación de piel y cabello que sí se nota
Una piel bien cuidada y un peinado con forma hacen más por tu retrato que cualquier retoque. La semana previa, hidrata a diario, evita tratamientos agresivos (peelings fuertes, depilación facial justo antes) y descansa. Si llevas barba, perfílala el día anterior para que la piel se asiente; si no, afeita con tiempo y lleva un bálsamo sin brillos para el día de la sesión.
Maquillaje que favorece piel madura
Busca un acabado luminoso, no brillante, que respete la textura de la piel:
- Bases ligeras de cobertura media y acabado satinado. Evita fórmulas muy mates o muy cubrientes que marcan líneas.
- Corrector cremoso solo donde haga falta (ojeras, manchas), difuminado con mimo.
- Polvos finos solo en zona T para controlar brillos, en capas muy sutiles.
- Iluminador satinado en pómulo alto y sien, nada de glitter.
- Cejas peinadas y definidas suavemente: enmarca sin endurecer rasgos.
- Labios hidratados con tonos medios (rosas, corales, ciruelas) y acabado crema o satinado.
Si buscas una guía más detallada de productos y trucos, echa un vistazo a esta guía de maquillaje y peluquería.
Pelo con volumen y control
El objetivo es marco y movimiento: ondas suaves o alisado con cuerpo. Evita lacas rígidas y flequillos que tapen los ojos. Si tiendes al frizz, lleva sérum de medios a puntas. Para pelo corto, define contornos y crea volumen en coronilla; estiliza y rejuvenece.
Vestuario que estiliza sin restar protagonismo
El look debe complementar tu rostro, no competir con él. Elige colores medios o tonos joya (azul petróleo, verde esmeralda, borgoña, topo) y evita blancos puros o negros muy duros pegados al rostro si no hay una razón estética clara. Las texturas mates y los tejidos con caída resultan muy favorecedores.

- Cuellos en V, pico suave o escote barco estilizan cuello y mandíbula.
- Americanas entalladas o camisas estructuradas definen silueta y transmiten profesionalidad.
- Mangas 3/4 o largas si prefieres estilizar brazos; evita puños demasiado anchos.
- Tejidos sin brillos y lisos o con microestampados discretos (evita rayas finas moiré).
- Complementos comedidos: pendientes o collar que enmarquen el rostro sin robar atención.
Prueba las prendas antes de la sesión, siéntate y muévete con ellas. La comodidad se nota en la mirada y la postura.
Luz y fondo que más favorecen
La luz adecuada suaviza y embellece sin borrar rasgos. Pide esquemas suaves y envolventes (fuentes amplias, difusores grandes) con una dirección ligera lateral para modelar pómulos y mandíbula. Un relleno sutil equilibra sombras sin aplanar. Un pequeño luz de cabello o de perfil separa del fondo y aporta sensación de volumen.
Fondos y distancia
Los fondos neutros medios (gris cálido, topo, azul petróleo) favorecen casi siempre y permiten que la piel respire. Al separarte del fondo unos pasos, este se suaviza y se reduce cualquier textura o arruga del papel. El fondo negro puede resultar muy elegante si se ilumina correctamente el rostro; el blanco es ideal para imágenes limpias y corporativas, pero controla brillos en piel.
El blanco y negro puede ser un recurso precioso para enfatizar expresión y forma, sobre todo si buscas un retrato atemporal.

Pose y expresión: pequeños ajustes, gran diferencia
- Postura erguida, hombros abajo y cuello largo. Piensa en “crecer” desde la coronilla.
- Gira el cuerpo 30–45° y vuelve el rostro hacia cámara. El ángulo 2/3 estiliza.
- Barbilla ligeramente hacia delante y abajo para definir mandíbula; evita subirla.
- Separa brazos del torso unos centímetros para evitar que se “aplasten”.
- Manos con propósito: toca la solapa, sujeta suavemente el antebrazo o apoya en cintura sin tensión.
- Mirada viva: piensa en una emoción o recuerdo; microsonríe con ojos y labios.
- Respira y suelta: exhala antes del disparo para relajar mandíbula y labios.
Si usas gafas
Las gafas transmiten personalidad, pero hay que controlar reflejos. Inclina sutilmente la montura, baja un milímetro las patillas o ajusta el ángulo de luz. Lleva lentes bien limpias. Si quieres dominarlo, aquí tienes trucos específicos para evitar reflejos con gafas.
Retoque con criterio: tu piel, no un filtro
El retoque no debe cambiar tu rostro, sino pulir distracciones: brillos, rojeces puntuales, ojera marcada, pequeñas imperfecciones y pelillos. Mantener la textura real de la piel es clave para un resultado elegante. Pide ver una muestra y alinea expectativas con la fotógrafa. Si te interesa saber dónde está el límite para un acabado respetuoso, te servirá este artículo sobre retoque natural en retrato.
Checklist rápida para el día de la sesión
- Duerme bien y bebe agua las 24–48 h previas.
- Lleva kit básico: cepillo/peine, polvos translúcidos, bálsamo labial, pañuelos, horquillas.
- Ropa planchada en perchas y opciones extra por si acaso.
- Zapatos limpios si se verán; suelas sin desgaste visible.
- Gafas sin huellas; pañito de microfibra a mano.
- Barba/perfilado del día anterior; uñas cuidadas.
- Referencias de estilo en el móvil (2–3 imágenes) para alinear expectativas.
- Playlist breve si la música te ayuda a relajarte.
Errores frecuentes que conviene evitar
- Probar un look nuevo por primera vez el día de la sesión.
- Usar cremas con alto SPF que generan efecto “flashback” con flash.
- Elegir tejidos brillantes o muy ajustados que marquen en zonas no deseadas.
- Llegar con prisa: el estrés se ve en la expresión.
- Peinados rígidos o flequillos que tapen los ojos.
- Collares muy largos o pendientes móviles que distraen.
- Confiarlo todo a “que luego se arregla”: el retoque no sustituye a una buena base.
Tres escenarios y cómo adaptarte
| Objetivo | Luz | Fondo | Vestuario |
|---|---|---|---|
| Headshot corporativo | Suave, frontal con ligero lateral y relleno | Gris medio o blanco controlado | Americana/camisa estructurada, tonos medios |
| Marca personal creativa | Suave con direccionalidad y algo de contraste | Color sobrio (azul petróleo, topo) | Prendas con textura, toques de color y accesorios comedidos |
| Retrato artístico | Más contraste, luz lateral o cenital controlada | Negro o muy oscuro | Tejidos mates, siluetas limpias; considerar B/N |
Cierra el círculo y elige el momento
Si te planteas renovar foto de LinkedIn, web o dosier, es buen momento para planificar una sesión: con estas pautas, ganarás naturalidad y coherencia visual. Si ya estás listo/a para dar el paso en la ciudad, puedes valorar una fotografía laboral/corporativa en Valencia para alinear tu imagen con tus objetivos profesionales.
