Si estás empezando (o actualizando) tu carrera como modelo, la compcard —también llamada z-card o composite card— será una de tus herramientas clave. Es tu tarjeta de presentación visual: un resumen claro de tu look, versatilidad y datos esenciales para que agencias y clientes te recuerden y te llamen.
En esta guía aprenderás qué es una compcard, qué fotos debe incluir, cómo diseñarla con criterio profesional y qué errores evitar. Además, verás en qué se diferencia de un book y de las polaroids, y cómo prepararte para crear una versión sólida que funcione tanto en digital como impresa.
Qué es una compcard (z-card) y para qué sirve
Una compcard es una tarjeta, normalmente A5 o similar, con una foto principal (habitualmente un primer plano o headshot) y varias imágenes complementarias que muestran tu rango como modelo. Incluye tus medidas, altura, contacto y, si procede, el logo y datos de tu agencia. Existen dos versiones: impresa (para dejar en castings y reuniones) y digital (para enviar por email o WhatsApp, o adjuntar a tu perfil online).
Su objetivo es condensar lo mejor de tu imagen en un formato fácil de revisar y compartir. En un casting con decenas de personas, una compcard bien construida ayuda a que te identifiquen al instante y recuerden por qué encajas en un determinado proyecto.
Qué fotos deben ir en tu compcard
Número de imágenes y estructura
Lo más habitual son 4–5 fotos en total: una imagen principal grande y 3–4 secundarias. Mantén un equilibrio entre rostro, plano medio y cuerpo entero. Menos puede quedarse corto; más puede resultar saturado. Prioriza calidad y coherencia.
Tipos de planos imprescindibles
Headshot/primer plano: debe ser limpio, reciente y con expresión segura y natural. Evita maquillaje pesado. Es la foto que lidera la tarjeta.
Plano medio: permite apreciar proporciones, cuello y hombros, y da pie a pequeñas variaciones de expresión.
Cuerpo entero: fundamental para valorar postura, proporciones y presencia. Estilismo neutro, silueta clara.
Variedad que suma (sin contradicciones)
Muestra versatilidad real: una imagen beauty muy natural, otra con gesto más editorial, alguna opción lifestyle y, si trabajas comercial, una sonrisa auténtica. Evita incluir estilos que no puedas replicar en un casting. Ante la duda, simplifica.
Datos técnicos y de contacto
Incluye: altura, pecho/torso, cintura, cadera, calzado, cabello, ojos, talla de ropa y fecha de actualización. Añade teléfono o email de contacto (si tienes agencia, sus datos primero) y perfiles profesionales. Un QR a tu book digital es un plus.
Compcard vs. book vs. polaroids: diferencias clave
Estas tres herramientas se complementan, pero no son lo mismo. Aquí tienes una comparativa rápida:
| Elemento | Objetivo | Nº fotos | Estilo | Cuándo se usa |
|---|---|---|---|---|
| Compcard | Tarjeta-resumen para dejar/enviar | 4–5 | Limpio y variado | Castings, reuniones, envío rápido |
| Book | Muestrario amplio de portfolio | 10–20 (o más en digital) | Curado, con narrativa | Reuniones, selección profunda |
| Polaroids | Verte natural y sin artificios | 4–8 | Sin retoque, luz simple | Primer filtro de agencia/casting |
Si todavía no lo has leído, repasa las polaroids naturales para agencias y las diferencias entre sesión test y book profesional para elegir mejor qué tipo de fotos necesitas crear antes de maquetar tu compcard.
Paso a paso para crear tu compcard profesional
1) Realiza una sesión test actualizada
Sin fotos recientes y consistentes, la compcard cojea. Agenda una sesión test enfocada a lápiz limpio: estilismo neutro, fondos sencillos y luz que favorezca tu fisonomía. Evita cambios de look radicales si no son representativos de tu imagen actual.
Si estás listo para dar el salto y necesitas material orientado a agencias y castings en Valencia, valora reservar una sesión test para agencias y construir tu compcard a partir de ese resultado.
2) Selecciona con criterio (menos es más)
Elige fotos nítidas, bien iluminadas y coherentes entre sí. Prioriza: una imagen principal poderosa, una beauty natural, un plano medio con actitud y un cuerpo entero limpio. Evita duplicar expresiones o poses similares. Consulta a alguien con experiencia si dudas.
3) Retoque natural
La compcard no es un anuncio final, sino una herramienta de casting. El retoque debe ser sutil: corrección de pequeñas distracciones, color y contraste. Evita piel excesivamente suavizada o cambios que no te representen en persona.
4) Maquetación clara y legible
Trabaja con una retícula sencilla y márgenes respirados. Usa tipografías legibles y jerarquía visual: nombre visible, medidas ordenadas, contacto localizable. La foto principal debe dominar; las secundarias, apoyar. No abuses de marcos o efectos.
5) Versiones: digital y para imprimir
Crea un PDF optimizado (1–3 MB) y una versión JPG en alta calidad para envío rápido. Para impresión, 300 dpi en tamaño A5/A6 sobre papel con buena rigidez. Comprueba que los colores no varían en impresión.
6) Revisión con agencia o mentor
Si tienes agencia, pídeles feedback antes de mandar a imprenta. Un ojo externo identifica repeticiones, gestos tensos o combinaciones que no aportan.
7) Actualización periódica
Renueva cada 3–6 meses o cuando cambie tu look (corte/color de pelo, barba, peso). Mantén la fecha de actualización y sustituye fotos que ya no te representen.
Consejos de diseño que marcan la diferencia
Contraste y lectura: fondo claro con tipografía oscura (o al revés), nunca al límite. Evita textos sobre zonas muy texturadas.
Unidad cromática: procura que las fotos dialoguen entre sí (tono de piel, color de fondo, paleta del vestuario). La armonía suma profesionalidad.
Recortes equilibrados: respeta manos, articulaciones y espacio por encima de la cabeza. Cuida que los encuadres no corten zonas de forma incómoda.
QR útil: añade un QR que abra tu book online o un portfolio actualizado. Comprueba su legibilidad impreso.
Archivo final: nómbralo con tu nombre y fecha (ej.: nombre-apellido-compcard-2025Q1.pdf). Facilita la vida a quien la descarga.
Errores frecuentes a evitar
Demasiado maquillaje o estilismo complejo: complica tu lectura facial y corporal. Para esto están las editoriales del book.
Filtros y retoque agresivo: crean expectativas irreales y pueden cerrar puertas en pruebas presenciales.
Fotos antiguas o inconsistentes: si tu pelo, barba o medidas han cambiado, la compcard debe reflejarlo.
Saturación de imágenes: 8–10 fotos en una tarjeta pequeña restan impacto y claridad.
Datos desactualizados o incompletos: revisa medidas y contacto cada vez que la compartas. Añade fecha de actualización.
Tipografías rebuscadas: legibilidad ante todo. Evita mezclas excesivas y tamaños minúsculos.
¿Cuándo renovar tu compcard?
Cada vez que cambie tu look de forma visible, cuando incorpores material test más sólido, al inicio de temporada (si trabajas por campañas) o si detectas que no estás recibiendo respuestas. A veces, sustituir una imagen por otra con expresión más segura marca la diferencia.
Checklist rápido antes de enviarla a clientes y agencias
Antes de pulsar “enviar” o de mandar a imprenta, confirma:
- Foto principal reciente con expresión segura.
- Variedad real: beauty natural, plano medio y cuerpo entero.
- Retoque sutil y color consistente entre imágenes.
- Medidas completas y fecha de actualización visibles.
- Contacto correcto (o datos de tu agencia).
- Versión PDF (1–3 MB) y JPG en alta calidad listas.
- QR funcional al book online (opcional y probado).
- Nombre de archivo profesional y descriptivo.
- Revisión por una segunda persona de confianza.
- Plan para renovar en 3–6 meses o tras cambios de look.
Si estás preparando tus primeras herramientas como modelo, refuerza tu base con poses básicas que conviene dominar y crea polaroids actualizadas. Con ese material, la compcard cobrará coherencia y funcionará mejor en castings y presentaciones.